Entender cuando un perro está enfermoEntender cuando un perro está enfermo

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No estamos hablando de perros viejos llenos de dolores, sino de perros jóvenes o adultos: cuando están en buen estado de salud, tienen los ojos limpios, luminosos, llenos de expresión con la blancura del ojo claro y no inyectados de sangre: la conjuntiva es rosada.

El cabello es brillante, limpio y agradable al tacto: la piel es delgada, elástica, suave, y si se tira y levanta, se suelta, se relaja de nuevo de la manera normal: la nariz es fría y húmeda.

La vitalidad del perro es notable: ladra con amor, y su voz es clara y sin grietas, sus movimientos están listos, rápidos, vivos; la cola está en movimiento continuo, la postura de la cabeza es alta, orgullosa; la respiración -en posición de reposo- es normal, tranquila y regular, no precipitada; las pulsaciones de la muñeca son normales.

Si el perro está sano, comerá felizmente; tan pronto como se le presente el cuenco, comerá inmediatamente con evidente placer sin levantar la cabeza, excepto cuando haya dado una base a todo el alimento.

Su carácter es alegre, amistoso, vivaz: muestra claramente el deseo de salir, de saltar y jugar. Además de todo esto, hay que tener en cuenta que el perro normal no tiene ni oídos fríos ni calientes, la nariz es húmeda y fresca, y su orina es clara y de color amarillo pajizo o amarillo miel con un olor que recuerda al ajo. Las heces son bastante sólidas.

Dicho esto, el dueño de un perro tiene que preocuparse por su salud cuando lo ve lánguido y distraído, cuando da vueltas alrededor de la sopa sin decidirse a meter el hocico (a menos que sea un perro mimado con preferencias alimenticias particulares), cuando camina con fatiga, cuando su mirada no está viva, sino más bien triste, cuando está inquieto o somnoliento.

Estos son los síntomas que deben alarmar a la persona que ama a su perro y deben aconsejarle que lo mantenga vigilado.

Puede ser que sea un pasajero y un malestar poco importante: si una enfermedad es leve y se puede definir como un “desorden”, puede ser fácilmente identificada incluso por un lego, siempre y cuando estés familiarizado con los perros y conozcas muy bien a tu perro.

Lo más sabio que un criador de perros puede hacer, cuando su bestia muestra claramente que no está bien, es acudir a un veterinario, especialmente si tiene dudas sobre los síntomas del mal, y si el comportamiento del animal tiene “novedades” que no puede explicar.

Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que muchas veces las enfermedades tienen síntomas comunes, que confunden al lego y dificultan su diagnóstico y tratamiento.

Si usted posee un perro, si le gusta bien, si el animal está apegado a usted, usted debe estas medidas cautelosas, y el consejo y el consejo de su médico pronto le pondrá en una posición para tomar el refugio lejos de su amigo peligros peores, y finalmente le dará confianza y la paz de la mente.

Hay muchas causas por las que un perro puede enfermarse: por ejemplo, frío o calor, sol, intoxicación, fracturas, accidentes de tráfico, lesiones, parásitos, infecciones microbianas. Sin embargo, las enfermedades a las que los perros son más susceptibles son el moquillo y la hidrofobia o la rabia.

Antes de empezar a leer el artículo sobre varias enfermedades, es aconsejable centrarse en lo que el sabio y predictivo dueño de un perro siempre debe tener a mano para que la intervención -en el primer síntoma de indisposición- pueda ser oportuna y por lo tanto eficaz. Mantenga actualizada una guía telefónica, reservada exclusivamente para su perro y que debe contener

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