La pérdida de apetito en el perro.La pérdida de apetito en el perro.

Compartir

A la mayoría de los perros les encanta comer, y por ello  que deje el cuenco lleno, despierta preocupación inmediata.

 

La lista de problemas que podrían causar que un perro deje de comer es casi interminable (algunos de ellos menores que otros), y podrían poner en peligro la vida del animal.

 

Poder determinar si es apropiado actuar inmediatamente, u observar en espera paciente, puede prevenir sufrimiento en el perro y gastos veterinarios innecesarios.

 

Si tú perro deja de comer.

 

Si tú perro deja de comer, sigue estos pasos:

1. Piensa en los días que han pasado, entender las cosas en retrospectiva es más fácil. ¿Ha ocurrido algo que pudiera haber causado que el apetito de tú mascota haya disminuido? ¿Quizás un cambio en la dieta, o un misterioso bote de basura volteado, del cual el animal pudo haber comido? ¿Ha disminuido recientemente el apetito de tú perro? ¿Has notado algún otro síntoma (por ejemplo, apatía o diarrea) que pueda estar relacionado con el fenómeno? Nota el momento en que se manifiesta el primer síntoma. En aquellos casos en que los perros se curan solos, las mejoras comienzan a aparecer en las primeras 24 a 48 horas, pero es difícil saber cuándo empezar a contar. Si el salto en el desayuno es la primera pista, y su perro parece no tener ningún otro problema, entonces puede ser una buena idea esperar un par de días antes de contactar a tú veterinario. Sin embargo, si la pérdida de apetito es sólo uno de los síntomas que el perro ha manifestado recientemente, significa que el tren del paciente en espera ya ha salido de la estación y es aconsejable ponerse en contacto con un veterinario inmediatamente.

 

2. Pregúntale a otras personas, con las que el perro está en contacto, si ha notado algo inusual en los últimos días. Tal vez su compañero o pareja apartó a tú perro de un arbusto, durante la caminata nocturna, y haya notado que el animal tenía algo extraño en la boca, o tal vez se dio cuenta de que el perro de tú vecino, que está acostumbrado a jugar con el tuyo, está enfermo.

 

3. Examina al perro. Realiza un examen físico rápido: empuja suavemente sobre su vientre, que debe ser suave y no causar ningún dolor en el animal. Trata de entender si está sufriendo de diarrea, observando el área alrededor del recto, o si tiene vómitos, examinando el área de su boca. Las encías de un perro deben ser rosadas (excepto donde estén pigmentadas) y húmedas. Una mucosa seca y pálida puede ser síntoma de deshidratación y/o de condiciones patológicas más severas. Si descubres algo preocupante después del examen físico, ponte en contacto con tu veterinario inmediatamente.

 

4. Inspecciona la comida de tú perro, ya sean alimentos preparados comercialmente o caseros; el problema puede ser éste. Esto suele ser aún más probable en los casos en que el perro acaba de tomar la primera comida de una nueva cajetilla o de una que ha estado abierta durante mucho tiempo. Observa y huele la comida; si parece que algo va mal, trata de darle a tú perro comida diferente. Sin embargo, no se recomienda cambiar drásticamente la dieta en este punto, porque sería aún más difícil determinar si el perro no come porque no le gusta la nueva comida o porque todavía no se siente bien.

 

5. Si tienes dudas, ponte en contacto con tu veterinario. Ser cauteloso es siempre lo mejor. Mientras más rápido identifiques el problema, más fácil y más barato se resolverá.

Post Relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *