Vómitos en gatos: causas, tratamientos y cuándo preocuparseVómitos en gatos: causas, tratamientos y cuándo preocuparse

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Probablemente has visto a tu gato vomitar de vez en cuando, pero no tienes ninguna preocupación en particular. El vómito es un mecanismo de protección que puede ser el resultado de algo irrelevante, o algo más serio asociado con un trastorno gastrointestinal o desorden sistémico.

¿Cuál es la diferencia entre el vómito y la regurgitación? ¿Por qué es importante la distinción? El esófago es un tubo muscular apretado que permite que el alimento pase a través del estómago. En los gatos sanos, el alimento se mueve rápidamente del esófago al estómago sin ningún retraso.

Cuando lleves a tu gato al veterinario porque vomita, el veterinario le hará varias preguntas para averiguar si está vomitando o regurgitando. La regurgitación es la expulsión pasiva del contenido de esófago. El gato bajará la cabeza y el alimento será expulsado sin esfuerzo.

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Los alimentos por lo general todavía no se han digerido, pueden tener forma tubular y a menudo están cubiertos de moco. El gato también tratará de rejuvenecer la materia regurgitada. Si el músculo del esófago está enfermo, el resultado será un agrandamiento del esófago debido a la pérdida de tono muscular, o una contracción del esófago, que actúa como una obstrucción del material que desciende hacia el estómago.

Un esófago dilatado no moverá o empujará el alimento del esófago al estómago. Este retraso puede resultar en regurgitación poco después de comer. El peligro de la regurgitación es que las sustancias contenidas en ella pueden ser inhaladas y causar neumonía y tos. Por lo tanto, es importante que su veterinario distinga el vómito de la regurgitación porque le ayudará a decidir qué pruebas hacer y para qué tratamiento elegir.

El vómito, por otra parte, es un proceso activo. Si hay comida en el vómito, es parcialmente digerida y puede contener un líquido amarillo (capaz). El vómito se puede dividir según las causas que pueden ser primarias (causas gastrointestinales) o secundarias (causas gastrointestinales).

Las causas principales de los vómitos son las enfermedades que afectan directamente el estómago y el tracto intestinal superior. Las causas secundarias son aquellas enfermedades que ocurren fuera del tracto gastrointestinal e incluyen enfermedades neurológicas o acumulación de sustancias tóxicas en la sangre. El vómito se puede dividir en causas agudas y crónicas.

Algunas causas de vómitos repentinos (agudos) son:

  • Dieta (cambios súbitos o intolerancias)
  • Cuerpos extraños en el tracto gastrointestinal (por ejemplo, juguetes, bolas de pelo)
  • Parásitos gastrointestinales
  • Problemas del tracto urinario: insuficiencia renal, laceración de la vejiga)
  • Insuficiencia hepática
  • Pancreatitis
  • Ingestión de toxinas o sustancias químicas
  • Infecciones por infestación viral.

Un ataque de vómito ocasional es normal. Sin embargo, si el vómito se vuelve frecuente, puede ser sintomático de algo más grave. Su veterinario le pedirá información detallada sobre la salud de tu gato y le realizará un análisis en profundidad.

Esta información ayudará a su veterinario a encontrar las posibles causas. La presencia de fiebre, dolor abdominal o ictericia ayudará al veterinario a encontrar el diagnóstico específico. La boca debe examinarse cuidadosamente, ya que algunos cuerpos extraños pueden quedar atrapados en la boca.

En un gato con hipertiroidismo, notará la presencia de un nódulo en el cuello. Muchas veces un análisis puede revelar resultados perfectamente normales. En este punto, su veterinario puede optar por realizar un breve periodo de ayuno, con o sin terapia de fluidos y otros tratamientos médicos.

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